Senador Fidel Espinoza enfrenta querellas tras incautación de ropa deportiva falsificada en aeropuerto de Santiago
Una compleja arista judicial se abre para el senador socialista Fidel Espinoza, luego de que el pasado 3 de junio, funcionarios del Servicio Nacional de Aduanas interceptaran en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez un cargamento con 89 prendas deportivas falsificadas en su equipaje.
La mercancía, proveniente de Perú, estaba avaluada en más de $2 millones y motivó la presentación de querellas por parte de las marcas Puma y Adidas, que acusan delitos de contrabando y vulneración a la Ley de Propiedad Intelectual.
Según el detalle entregado por Aduanas, el decomiso incluyó 24 polerones, 24 pantalones de buzo y 41 camisetas de fútbol que replicaban uniformes de clubes nacionales como Colo-Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica, con logos falsificados de las mencionadas marcas. El hecho fue informado públicamente por el medio La Tercera y confirmado posteriormente por el propio parlamentario.
Acciones legales de las marcas afectadas
Puma y Adidas, representadas en Chile por sus respectivas firmas legales, interpusieron querellas por contrabando —tipificado en la Ordenanza de Aduanas— y por infringir la Ley N.º 19.912 de Propiedad Intelectual. Ambas empresas alegan que la circulación de productos falsificados no solo perjudica su imagen comercial, sino que además representa una competencia desleal y un riesgo para el consumidor.
La versión del senador
A través de una declaración pública, Espinoza sostuvo que actuó de buena fe, argumentando que las prendas no tenían fines comerciales, sino que estaban destinadas al club amateur Unión Católica de Trapén, representante del fútbol rural de la Región de Los Lagos. Según explicó, la ropa había sido donada por un particular para que el equipo participara en un torneo nacional en Ovalle, entre el 22 y el 29 de junio.
“Las camisetas y buzos tenían el nombre y el logo del club. No visualicé un inconveniente, ya que se trataba de una cantidad acotada y con un fin exclusivamente deportivo”, afirmó el legislador. A su juicio, la Aduana chilena sobreinterpretó la situación, al considerar que la indumentaria podía ser objeto de comercialización.
Críticas y reacciones
La situación generó críticas inmediatas desde el mundo político y en redes sociales. Algunos sectores cuestionaron la falta de criterio del senador al no prever las implicancias legales de portar mercancía falsificada, independientemente de su destino. Otros han exigido una investigación más profunda sobre las responsabilidades que le cabrían como autoridad pública.
Mientras tanto, el caso sigue su curso en el ámbito judicial, con las acciones legales activas por parte de las marcas afectadas, mientras que Aduanas y el Ministerio Público mantienen en análisis los antecedentes para determinar si se configuran efectivamente los delitos imputados.
